Hoy es 29 de Septiembre, ya hace dos días que la oscuridad es la última imagen del final de algo que en mi cabeza sigue resonando.
Desde el comienzo de un trayecto uno imagina el recorrido creyendo talvez no poder sorprenderse así como así por lo que vaya a suceder.
Sin embargo, siempre hay un tercero, un otro, que nos desarma, nos emociona y sitúa en un lugar, hasta el momento desconocido dentro nuestro.
Dar por sabido que estamos tan cerca físicamente y a la vez tan distantes de la vida del otro, del cáncer interno del otro (con justeza es citado Cesare Pavese por el elenco), en una época como esta que nos toca hoy compartir, suena prácticamente inconcebible.
Nunca sabemos, a veces elegimos no formar parte de esa otra vivencia.
Talvez el tercer cuerpo durante esa hora, hora y media, sea el nuestro, invitado a formar parte de esa realidad de una manera tan íntima, tan creíble, que dan ganas de agradecer. O quizás sea ese otro, que preferimos no escuchar; a veces, hasta no mirar a los ojos.
Esa fue mi primer sensación, como estar dentro de una oficina, de un espacio de trabajo ajeno, pero a la vez tan cercano y familiar.
Un elenco admirable del primero al último, que emociona, que hace reír, que silencia y tensiona, que se hace hermano, cercano.
Vaya uno a saber las distintas razones por las que esas cinco personas deciden confluir en un mismo espacio de manera repetida (200 veces hasta el momento), a lo largo de varias noches de sus vidas. Lo cierto, es que el resultado que se logra es absolutamente valioso.
Y en el exterior del país la obra es muy bien recibida, lo cual no es sorprendente, sino que gratificante y entendible.
Un texto, o mejor dicho vivencias de lo acelerado, de la soledad ignorada, del dolor oculto.
Deseos y derechos, como los de cualquier ser humano, empapados por la ansiedad de responder a cuestionamientos inagotables que surgen en un día o una noche cotidiana. ¿Cómo no sentirse identificado? ¿Cómo cerrar los ojos ante un mensaje tan claro?
Una vez más, una obra que se destaca en un espacio no comercial.
Al fondo de un pasillo del barrio de Boedo. Al llegar, tocar el timbre 4.
Dirección: Claudio Tolcachir
Actúan: Melisa Hermida, Hernan Grinstein, Magdalena Grondona (Gracias!), José María Marcos, Daniela Pal.