28 de Marzo de 2010. Un grupo de hombres y mujeres, de toda edad, sexo, y religión, comienza una caminata, una caminata vaya a saber a dónde. Caminan en un espacio, sin objetos, sin ningún tipo de distracción material que pueda desconcentrarlos de su tarea. Necesitan silencio, y comienzan a buscarlo ahí, en ese lugar que los respeta, que los deja ser. Los sonidos son propios, o son del otro, y se vuelven también propios al aceptarlos, al intentar entenderlos, conocerlos.
En este lugar la gente busca comprenderse.
Es una cuerda floja, por la que decidimos caminar día a día.
Buscamos cruzar límites, y transitar de esta manera, rincones desconocidos, que nunca antes habíamos habitado.
Es esa posibilidad de producir un “algo” de un valor absoluto, que talvez en materia de dinero tenga un valor ínfimo o inexistente.
Llevamos el teatro al mundo, el mundo al teatro; y así, en este movimiento recíproco, nos damos cuenta de que en verdad buscamos vivir cada momento intensamente, como si fuera el último.
Creo que también el teatro es el arte de sentirse vivo, con todo lo que esto implica. El sufrimiento, la satisfacción, la bronca, la vergüenza, la comicidad, la transgresión, la ironía, lo oculto, lo de todos los días enaltecido y expuesto con el valor merecido.
Eso es para mí el teatro, y hoy que se conmemora su día internacional, quiero compartirlo con ustedes.
Pienso de todas maneras, que este es un recorrido de toda una vida, y que a medida que pasen los años habrá más reflexiones para hacer al respecto.
Sin más que decir, les deseo a todos, un muy Feliz Día Internacional del Teatro.
Reporte de último momento: Un grupo de hombres y mujeres, de toda edad, sexo y religión, se detienen en el espacio, observan, inventan, caminan eternamente.
Esteban Lamarque
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